Introducción de Metroid Prime


En el vasto universo, la historia de la humanidad no es más que el destello de una estrella solitaria. La vida individual de una persona se pierde en el espacio y el tiempo. Pero entre las estrellas, una desprende más calor y brilla más que las otras. La luz de Samus Aran. Sus batallas se extienden más allá de su vida y quedan grabadas en la historia.


-Introducción de Metroid Prime

sábado, 1 de octubre de 2016

La Gran Guerra de Bryyo [Metroid Prime 3]

Toda la saga Prime expande de sobremanera el universo de Metroid, especialmente Metroid Prime 3: Corruption. A continuación les muestro la información traducida del Banco de Datos del juego en el que se narra la historia de la guerra entre los Señores de la Ciencia y los Primordiales, y el trágico desenlace que tuvo toda la civilización de los Reptilicus.

 

Edad Dorada

"Mirad ahora el pasado, y el tiempo de paz en Bryyo. Observad la edad dorada, cuando nuestro mundo era un paraíso sin igual. Escucha las canciones de alegría que llenan las calles de la Ciudad Real, como la gente honra la llegada de Bryyus, el Primero, el Libertador. He aquí, el lanzamiento de nuestra primera nave hacia las estrellas en ese día, y atestigüe el auge de la Ciencia, de un Nuevo Bryyo. Presenciad esto, y presenciad el comienzo de nuestra caída."

 

Edad de la Ciencia

"Las naves de Bryyo aceleraron hacia las estrellas, en todas direcciones, llevando la bandera de paz. Pronto creamos una hermandad estelar con los Chozo, los Luminarios, y los Ylla. El conocimiento de los hijos de las estrellas llegó a Bryyo, y con mucho gusto enviamos nuestra sabiduría a nuestros nuevos amigos a cambio. Los corazones de Bryyo estaban llenos de orgullo, y ellos honraban a los Señores de la Ciencia por todas las maravillas que les proporcionamos. A medida que el tiempo del Nuevo Bryyo avanzaba, las costumbres se desvanecían. Los gritos de alegría de los que honraban la Ciencia fueron opacados por gritos de furia de los que extrañaban las viejas costumbres, las Tradiciones Primordiales."

 

Edad del Cisma

"Con el tiempo, las maravillas de la Ciencia no fueron suficientes para aquellos que tenían las Tradiciones Primordiales en sus corazones. La advertencia de los Chozo -- para buscar un equilibrio entre las viejas y nuevas costumbres -- no fueron escuchadas por los Señores de la Ciencia, incluyéndome a mí. Nosotros continuamos, ignorando la rabia en los corazones de los Primordiales. El tiempo llegó cuando Sfimas, el primer Señor de la Ciencia, denunció los Primordiales y sus Tradiciones en el centro de la Ciudad Real. Era como la llama de un bosque seco. La Edad de la Ciencia terminó, y la Edad del Cisma nació."

 

Edad de la Guerra

"Al principio, los conflictos eran pequeños, para la mayoría en Bryyo. Pero fue creciendo, lenta y constantemente, como la anunciante llegada del sol. La diplomacia cedió el paso a la brutalidad, y la guerra vino a nuestro mundo. Los Señores de la Ciencia tornaron su mente desde la exploración, a la destrucción, y desataron horrores desconocidos sobre sus enemigos Primordiales. En venganza, los Primordiales usaron los más oscuros de nuestros antiguos poderes, maldiciéndonos a nosotros, los Señores de la Ciencia, y a todos los que servían a nuestra causa. Nuestros amigos de las estrellas trataron desesperadamente de poner fin al conflicto, todo en vano."

 

La Caída

"Mirad ahora el momento de la batalla, tribus contra tribus. Observad como la tierra fértil es barrida de todos ser vivo por las pesadillas arcanas y las explosiones infernales de la Ciencia. Observad los gigantes pétreos Monegars luchando, destruyendo la tierra con sus golpes titánicos. Y escuchad el grito eterno de un planeta devastado por la oscura guerra. Las batallas libradas sin cesar, y los recursos necesarios para sostener nuestras máquinas eran cada vez mayor. Bryyo también se había convertido en una víctima de la guerra, el aire estaba sofocado por el humo de las batallas, y el suelo empapado con toxinas de la contaminación. Aflicción tras aflicción visito el pueblo de Bryyo, hasta un mundo conocido por sus maravillas, se convirtió en una cascara de cicatrices bajo las estrellas. Solo una pequeña región permaneció habitable, y los que sobrevivieron se dirigieron ahí, trayendo la guerra con ellos."

 

La Victoria

"Nosotros, los Señores de la Ciencia, manejamos mal el uso de nuestro conocimiento. La devastación de la guerra nos arrebató los raros recursos necesarios para la mantención de las máquinas de guerra. Sin nuestras máquinas no hemos podido hacer frente a los ejércitos Primordiales, y ellos invadieron el territorio de muchos Señores de la Ciencia. Los pocos que quedaron huyeron a lugares oscuros, desiertos tan contaminados que incluso el más valiente de los Primordiales no se atrevería a ingresar. La alegría que hubo entre los victoriosos, fue sellada con rapidez por la cruda realidad que les rodeaban. Bryyo, su cuna, su hogar sagrado… estaba al borde de la muerte."



Los Exiliados

"Mientras los seguidores de las Tradiciones Primordiales celebraban su victoria, los pocos Señores de la Ciencia que sobrevivieron se reunieron en un santuario oculto. Fue ahí que nuestra insensatez se hizo evidente, y lamentamos el haber ignorado la advertencia de los Chozo. Nosotros hicimos la locura de seguir el camino de la Ciencia con fe ciega – y arriesgando a todo Bryyo. La contaminación proveniente de las batallas se estaba expandiendo, y pronto consumiría las fértiles tierras restantes, dejando nada más que cenizas. Si no ayudamos en algo, Bryyo perdería las pocas tierras y aguas puras que aun contiene. Una vez más, nuestras grandes mentes tornaron a la gran tarea… la salvación del planeta. A medida que nuestros enemigos buscaban la localización de nuestro escondite, los últimos Señores de la Ciencia hemos creado nuestras maquinas finales y los lanzamos a los cielos."



La Salvación

"Las grandes maquinas de los Señores de la Ciencia funcionaron perfectamente. Ellas absorben las toxinas y la contaminación del aire y de la tierra, conservando las restantes tierras fértiles de Bryyo. Sin embargo, el clima del planeta cambio para siempre, dejando por un lado, eternamente abrasado por el sol; y por el otro lado, eternamente congelado en la oscuridad. El lanzamiento de las maquinas revelaron el territorio escondido de los Señores de la Ciencia a sus antiguos enemigos. Las luces brillantes en los cielos causadas por el equipo de contaminación agitó el viejo odio en los corazones de los Primordiales. Temiendo a un nuevo ataque, los Primordiales enviaron guerreros a cazar a sus odiados enemigos. Ahora estábamos marcados por la muerte."



La Caza

"Los Primordiales crearon nuevas magias para proteger a sus guerreros, y los enviaron a los ardientes páramos para cazar a los Señores de la Ciencia que se ocultaban ahí. A pesar de que tratamos de evitar el conflicto, muchos Señores de la Ciencia fueron encontrados y eliminados por las bandas guerreras de los Primordiales. Yo no era más que el único sobreviviente, el último Señor de la Ciencia. Con el fin de protegerme a mí mismo, he adoptado la sabiduría, una vez compartida con los Chozo. He construido poderosos Monegars de piedra, y los he colocado fuera de los muros de mi hogar. Ahí, en silencio, protegiéndome de todos los enemigos."



El Fin

"Olvidado en el exilio, una criatura de alegoría, yo, el último Señor de la Ciencia, trabajé sin descanso para protegerme, y para proteger este mundo. Elaboré magias y máquinas para devolverle la vida a los páramos. Descubrí una nueva fuente de energía natural en la tierra, y lo llamé Gel Fuel. Prometí investigar la devastación infligida sobre Bryyo, causada por la ciencia y la guerra. Pero, mientras trabajaba, los Primordiales se deslizaban lentamente hacia la barbarie. Sin Señores de la Ciencia que cazar, se atacaron entre ellos, tribus contra tribus. La magia se perdió con ellos, y se volvieron tan salvajes como un depredador en la naturaleza."



La Profecía

"A medida que lentamente pasaba el tiempo, me hacía más viejo; incluso el poder combinado entre la magia y la ciencia no puede engañar a la muerte por siempre. Para preservar el medio ambiente de Bryyo, yo necesitaba a un sucesor. Encontrar a uno era una tarea de grandes proporciones, ya que la mayoría de la gente me veía como un monstruo. El tiempo pasó rápidamente mientras buscaba, y mis esfuerzos parecían ser en vano. Afortunadamente, encontré una joven Primordial vagando por los páramos y la rescaté. Pero esto no era un encuentro casual. Ella era una profeta, e incansablemente estaba buscando al último Señor de la Ciencia para hablar acerca de sus visiones. En sus sueños vio la muerte, proveniente del espacio, acercarse a Bryyo, y con su visión vino una súplica para salvar a su mundo. Basándome en su información, comencé a trabajar en la mejora de los equipos de descontaminación existentes, para preparar una defensa para Bryyo contra la catástrofe eventual."



El Ruego

"Por desgracia, el desastre vino a nosotros antes de que pudiéramos terminar nuestro trabajo. Un accidente provocó que nuestro suministro de Gel Fuel explotara, enviando bolas de fuego en los cielos, exponiendo nuestra posición. No pasó mucho tiempo antes de que una banda guerrera Primordial observaran el fuego, y se lanzaran al ataque. Sin una forma de impulsar a mis grandes Mogenars, no tenía ningún medio para defenderme de su asalto. Huyendo solo los llevaría a perseguirnos sin fin, y una vez capturados ellos no mostrarían piedad ante nosotros. No tenía otra opción excepto permanecer en mi posición mientras que la profeta huía a un lugar seguro. Con ella envié mis registros del pasado, con la esperanza de que pueda encontrar el santuario. Ahora estás leyendo mis últimas palabras, grabadas en piedra y colocadas por la profeta. Te hablamos desde el más allá, para suplicarte… salva a nuestro mundo de esa plaga espacial. Levantad el velo del odio de los ojos de nuestra gente. Que nuestras reliquias te sirvan bien en la batalla."

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