Introducción de Metroid Prime


En el vasto universo, la historia de la humanidad no es más que el destello de una estrella solitaria. La vida individual de una persona se pierde en el espacio y el tiempo. Pero entre las estrellas, una desprende más calor y brilla más que las otras. La luz de Samus Aran. Sus batallas se extienden más allá de su vida y quedan grabadas en la historia.


-Introducción de Metroid Prime

sábado, 26 de marzo de 2016

Historia de Metroid II: Preludio a la Misión Zero

Los Humanos

En el planeta Tierra, la raza humana por fin había desarrollado una nave capaz de salir de su sistema solar. Un valiente equipo se aventuró en el universo para saber si existía vida en otros lugares. Sus descubrimientos cambiaron fundamentalmente la condición humana. Planeta tras planeta, encontraron tumbas y ciudades en ruinas, custodiadas por estatuas de razas extintas. Y lo más importante de todo, encontraron tecnología.
Los seres humanos aplicaron ingeniería inversa a los objetos rescatados, y progresaron con gran ritmo. En el siguiente siglo, naves más rápidas que la luz exploraron las estrellas, y colonias transformaron mundos hostiles en su nuevo hogar. Se establecieron relaciones pacíficas con otras razas más jóvenes, y fue fundada una gran Federación Galáctica.



 Los Piratas Espaciales
 
En una región inhóspita del espacio, un grupo de razas errantes unió sus fuerzas para sobrevivir. En los planetas donde la lluvia ácida quema la carne y el magma fluye, la alianza se expandió en un rígido imperio espacial. Se aventuraron en sistemas cercanos y se llevaron lo que necesitaban donde nadio había podido llegar. Encontraron las ruinas de las antiguas razas y saquearon sus antiguas tecnologías. Se sumergieron en la ciencia y descubrieron secretos de lo que buscaban. Con las décadas, habían hecho grandes avanzes creando naves más rápidas y fuertes. Las criaturas se mejoraron a sí mismas, reescribiendo su genética e integrando mecanismos debajo de su carne. Se convirtieron en una raza única: asesinos cibernéticos furiosos con habilidades para el desarrollo de procesos científicos. Cuantos más planetas invadían, más civilizaciones eran reclutadas por la fuerza.

El momento inevitable llegó cuando su imperio llegó a las fronteras de la gran Federación Galáctica.
El primer contacto fue breve y furioso. En ese día, la advertencia fué dirigida a todos los mundos de la Federación: Cuidado con los Piratas Espaciales. Aunque ningún estado de guerra fue declarado oficialmente, los imperios se atacaron entre sí. La Federación Galáctica era lo suficientemente grande para reprimir cualquier incursiones significativas en su espacio.


La masacre de Dos Familias


La Federación Galáctica descubrió la última colonia Chozo en Zebes. La ya cansada raza aviar-humanoide, dieron la bienvenida a los seres humanos y compartieron con ellos su sabiduría y conocimiento. Ofrecieron a la Federación Galáctica nuevas ciencias, y les enseñaron cómo hacer computadoras orgánicas. La Federación estudió la unidad de procesamiento central de los Chozo, un cerebro hecho con ingeniería que crió a su colonia, y este los dejó, con planes de montar sus propias variantes. En el planeta habitable más cercano de K-2L, se estableció una colonia. 

En este mundo, la humana Samus Aran nació.

Apenas siendo una niña, la joven Samus fue testigo de la muerte de sus familiares. Un grupo de ataque de Piratas Espaciales atacó a su colonia y asesinó a todos los que alguna vez ella conoció. Petrificada en silencio mientras era rodeada por todo ese horror, Samus sobrevivió al saqueo de su pueblo y la posterior huida de los piratas. 
La colonia Chozo en Zebes recibido una señal de socorro automática que venía desde K-2L. En una antigua y polvorienta nave, llegaron al planeta y encontraron que Samus fué la única sobreviviente de aquella masacre. La niña fue llevada a Zebes, y los Chozo deliberaron. ¿Debería ser devuelto a su propia especie, o se dejarían que se quedara con ellos?

Al otro lado de la colonia, los profetas experimentaron simultaneamente un momento de claridad. Entendieron de inmediato que habían encontrado a su héroe profetizado. La joven era su heredera, y crecería fuerte. Ella aprendería todo lo que pudiera de ellos, y llevaría sus poderosas tecnologías por el universo. Ella sería el héroe contra la tormenta que se aproximaba. Samus Aran alcanzó la madurez entre los Chozo y fue entrenada en las artes de combate de las grandes razas extintas. Se le fué inyectado material genético Chozo para que pudiera emplear sus tecnologías. Fue educada para ser científica, exploradora y se le permitió que todo lo bueno de la civilización Chozo viviera en en ella.
Samus se convirtió en un adulto, y los Chozo le presentaron sus más grandes obras: poderoso traje y una nave espacial ágil, ambas eran los artefactos más potentes que su raza había hecho. El líder Chozo, viejo y ciego, dijo a Samus que este era el momento para que ella encontrara su destino en el universo. Samus Aran partió hacia las estrellas, y pasaron los años. 
Como Samus trató de reconectarse con su herencia en la Tierra, los últimos profetas Chozo en Zebes recibieron una visión final: Los Piratas Espaciales venían por ellos. Era el momento de que los últimos Chozo fueran extinguidos del universo.
Los Chozo escondieron sus tecnologías por todo el planeta, en lugares en los que Samus los encontraría. Ellos ocultaron un segundo traje de poder dentro de las paredes de su santo templo, habiendo previsto que Samus lo pudiera necesitar en el futuro. Luego regresaron a la superficie para esperar lo inevitable.
Los piratas espaciales invadieron con fuerza, y asesinaron a la segunda familia de Samus Aran. Los Chozo habían sido extinguidos.


Mother Brain

 

 Científicos de los Piratas Espaciales llegaron poco después de la carnicería y centraron su atención en la legendaria unidad de procesamiento central orgánica Chozo. Ella se dió cuenta del potencial que tenían los Piratas Espaciales y fue por ellos que formó una inteligencia obsesionada con la estrategia y la conquista convirtiéndose así en su líder. Ella los condujo, mediante su potencial computacional, hacia el progreso absoluto del Imperio Pirata Espacial.

Los resultados fueron más allá de las proyecciones más optimistas del Alto Mando. Los Piratas Espaciales habían creado un líder, una figura que necesitaban desesperadamente para unir su fragmentado imperio, Mother Brain unificó sus fuerzas en un sólo objetivo: la conquista del universo. Los grandes generales de los Piratas Espaciales, Ridley y Kraid llegaron a Zebes, listos para rendir homenaje a su nuevo amo y planificar el futuro. Madre Cerebro le entregó conocimiento y poder a los Piratas Espaciales. Ella les habló de un mundo del que tenía referencia en sus bancos de datos Chozo más antiguos, un planeta bañado en un veneno mutagénico en espera de ser cultivado. Ella instruyó al Alto Mando para que preparara una armada de naves e invadir el planeta Tallon IV.
La orden fue seguida de inmediato, y el Alto Mando descubrió un mundo trastornado. Bajo de su superficie, un sinfín de piscinas de Phazon esperaban ser convertidas en armas, los Piratas Espaciales sabían del potencial que podría tener dicho material y comenzaron una gran operación minera. Madre Cerebro recibió datos de lecturas sobre el planeta; incluso después de miles de años, la fuente del Phazon todavía estaba contenida en el campo de fuerza Chozo. Ella escudriñó más allá de sus registros , y no pudo determinar ningún método para romper la barrera. Los Piratas Espaciales podrían recuperar el Phazon, pero no tenían acceso a la fuente.

Los Metroids

 
Se creaba una tormenta perfecta. Mientras los Piratas Espaciales tuvieron acceso al mutágeno más potente en el universo, la Federación Galáctica hizo un descubrimiento igualmente azaroso: Encontraron el planeta oscuro SR388.
Un equipo de investigación de la Federación Galáctica estudió la superficie, y pronto se encontraron con una criatura gelatinosa que nadaba a través del aire. El alien desafiaba la gravedad y la física, ya que podía atravesar rocas densas con facilidad. Este ser percibió al equipo de investigación, e hizo unos chirridos curiosos en su dirección, luego cambió de repente su temperamento, cargó agresivamente enganchandose sobre el cráneo de uno de los integrantes del equipo de investigación. La víctima murió en agonía mientras el Metroid se alimentaba de toda la energía que tenía en su interior, y no pudo ser removido hasta que su presa se vió reducida a una cáscara seca de materia colapsada . El joven Metroid acababa de matar, de una manera que la ciencia no lo podía explicar.

Con esfuerzos y bajas, los científicos encuentran y contienen algunos ejemplares infantiles de las criaturas Metroid, y dejaron el planeta sin más incidentes.

Como su embarcación regresó a las estrellas, SR388 estaba consciente de su retirada. Albergó un gran desprecio por los invasores, un odio sin fin impulsado por la impotencia que sufrió hace siglos cuando los Chozo realizaron su gran invasión. El planeta vivo había pasado siglos desarrollando a los Metroid para convertirlos en asesinos perfectos, y sabía de la devastación que podían causar en su madurez así que SR388 había permitido intencionalmente a los seres humanos el llevarse a un par de Metroid para que las criaturas pudieran crecer y matar a aquellos que alguna vez pensaron regresar. SR388 tuvo una oportunidad de obtener venganza contra el universo exterior que se negó a dejarlo tranquilo.

Mientras que los científicos comenzaron a entregar sus conclusiones a la Federación Galáctica, Mother Brain interceptó la transmisión. Ella cruza sus datos con las notas enterradas en los antiguos registros fragmentados de los Chozo. Madre Cerebro dedujo que los Metroids eran una forma de depredador construidos con ingeniería genética de increíble poder, creados por los Chozo para un propósito desconocido. Entonces, ordenó al Alto Mando obtener las criaturas para ella por cualquier medio necesario. 
Los Piratas Espaciales invadieron la nave de la Federación Galáctica y robaron las criaturas Metroid. Dividieron su premio: algunos fueron enviados al mundo más cercano; otros fueron enviados al puesto ubicado en Tallon IV; y los más potentes fueron entregados directamente a Zebes para los experimentos de Madre Cerebro
Con la llegada de las primeras muestras de Phazon de Tallon IV, la sustancia exótica permitió a los Piratas Espaciales producir lentamente Metroids clonados estables a través de sus sitios de reproducción.



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